
Es a la vez una novela de estilo profundamente victoriano y una descripción prácticamente actual de las gentes y lugares del Tibet.
Mi impresión:
Un libro culto y ameno. Poco atrevido en el estilo, aunque eso es porque sus dos modelos constantes (Kim de la India y las novelas de Conan Doyle) ya resultan óptimos de por sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario