La última entrega de las aventuras de vasco, el viajero portugués que recorre Sudamérica en busca de su amigo Juan, y a la sombra de Corto Maltés. Esta vez ya ha pasado por la selva Lacandona y por Centroamérica, así que llega a Ecuador, Perú y la amazonia. Los guiños a Corto se hacen más evidentes, y la historia es un poco más boba, más reflexiva.
Mi impresión
No es tan tierno y sorprendente como La Pipa de Marcos, pero sí más fresco y más interesante que La Isla de Nunca Jamás. La inspiración en el comic de Hugo Pratt cansa a veces, sobre todo ahora que transcurre en paralelo con una obra concreta; la historia se vuelve a menudo fantástica y onírica, como en el modelo. En todo caso las refelxiones obre la búsqueda personal se leen con agrado y a algún personaje secundario, como siempre, se le coge cariño.
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